A pesar de la tragedia del sábado 9 de mayo de 2015, el mejor avión militar del mundo, continúa en fase de producción y entregas. Es innecesario recordar que el A400M, junto con el A380, constituye uno de los éxitos europeos de la industria aeronáutica más notables de la era aeronáutica de la humanidad. Nuestros pensamientos están hoy con las familias de los tripulantes fallecidos en el fatal accidente, y con las de los tripulantes heridos. Ha sido una fatalidad rodeada de heróicos comportamientos, desde los de los propios pilotos, auténticos héroes, que hicieron lo imposible por aterrizar el aparato de la manera más segura posible, a la de aquellos trabajadores, testigos inesperados de la tragedia, que ayudaron a las víctimas a salir de tan desesperado suceso. Para todos ellos, nuestro reconocimiento y nuestra solidaridad.
Hay que seguir con el proyecto. Hay que continuar. El dolor es grande, pero toca seguir trabajando, porque ese es el destino de esta industria aeronáutica que tanto ha transformado al mundo que hoy conocemos, y que tanto ha aportado a la ayuda humanitaria, y al transporte colectivo mundial. No hay industria, como la aeronáutica, que tanto haya contribuido al desarrollo de la humanidad.
Ánimo a todos. A las familias, a los trabajadores de Airbus, a los directivos, a la industria aeronáutica europea. Seguir es la clave. Y como muestra de ello, ahì tenéis al Beluga, avión de transporte de las piezas y secciones del A400M, sobrevolando Sevilla al día siguiente del accidente, domingo 10 de mayo. Esa es la imagen que resume lo que queremos transmitir en este post. El A400M, continúa vivo.
